martes, 25 de octubre de 2011

Y TEMBLARON DE EMOCIÓN LOS GITANOS DE BENLLIURE

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El 14 de Abril de 2011 sera uno de esos días que recordare toda mi vida.
Gracias a mi buen amigo Alberto Ballester que me brindo la oportunidad de pasar una jornada de campo junto a uno de esos toreros que he admirado toda mi vida, uno de esos toreros que veía cuando era niño sentado en el tendido,un espejo en el que me miraba,una fuente de la que bebía, quien me iba a decir a mí que tantos años después iba a tener este gran privilegio.


La cita era en el sevillano pueblo de Las Pajanosas, allí quedamos los dos, allí estabamos con la misma ilusión de dos niños chicos. Alberto se estaba preparando para un festival que iba a matar días después, y el maestro le ofreció la posibilidad de hacer varios tentaderos junto a los toreros a los que esta ayudando, yo no iba a torear, pero apenas pude dormir la noche anterior tan solo de pensar que iba a pasar un día junto a este pedazo de torero, mejor dicho, junto a estos dos pedazo de toreros.

Me lleve a Alberto a un rinconcito de mucho arte al que voy en Gerena cuando ando por la zona, y allí tomamos algo para templar los nervios ante el día que nos esperaba.

A las tres, quedamos en Santa Olalla de Cala, en la terraza de un bar donde nos esperaba el maestro. Allí llegabamos y allí estaba, sentado, destilando la misma torería que siempre ha tenido, se levantó para abrazar a Alberto, este me lo presentó y allí estaba yo, estrechandole la mano a Manolo Cortés, nada mas y nada menos.
Estaba comiendo en una mesa en la que también se encontraban los periodistas onubenses Javier Prieto y Pepe Plaza junto al ganadero de aquella tarde, Gerardo Ortega. La reunión no podía ser mas amena, una tertulia taurina salpicada con algún que otro chiste o anécdota con mucho arte, aunque no podía ser menos dada la categoría de los presentes.


La tarde estaba muy calurosa y aunque estabamos en la sierra, lo cierto es que la temperatura era muy elevada para comenzar a tentar, por lo que la charla se alargo algo mas en el tiempo, lo hizo que me relajase y empezara a disfrutar de aquel momento, no podía creerme estar allí sentado junto a ese monstruo, lo tenía a mi vera, hablandome, yo escuchaba con los ojos como platos, absorto escuchando su filosofía del toreo, su manera de entender la vida.

Tras aquella inolvidable sobremesa, partimos con los coches rumbo a la finca "Dehesa Los Llanos", donde pastan los toros de Gerardo Ortega. Todo estaba preparado, subimos a la preciosa plaza de tientas y en un salón contiguo a esta, se encontraba el matador al que el maestro Cortés esta apoderando, hablo del sevillano Pepe Moral. Aquel novillero novillero que abrio la puerta grande Madrid en el San Isidro del 2007, es ya un matador de toros. Estaba Moral preparandose de cara al gran compromiso que tenía el próximo 7 de mayo, en menos de un mes confirmaba alternativa en Madrid con un corridón de toros del Conde de la Corte. Lamentablemente, la corrida del Conde fue imposible, los seis toros pegando tornillazos, soltando las caras y sin querer pasar, aún así, Pepe Moral se jugó literalmente la vida con el sexto de la tarde, no entra en mi cabeza como un torero que no había torado desde el día de su alternativa el año anterior, pudo estar tan firme como lo estuvo aquel día. Por desgracia, que no por sorpresa, la gesta no le sirvio para entrar en algunas de las sustituciones que se produjeron en la feria, así de injustos son los trasfondos del toreo.

Mientras los que iban a torear se preparaban, Gerardo Ortega nos explicó la historia de cada una de las fotos y los recuerdos que colgaban de las paredes de ese salón, desde el cual a traves de una de sus puertas se accedía a la plaza.
El ganadero me dio el privilegio de sentarme en el palco, a su vera, a un lado suyo, el periodista Javier Baquero, al otro, un servidor. Es impresionante comprobar el conocimiento que tiene Gerardo no solo de su ganadería si no del comportamiento y las reacciones de los animales, ver el tentadero junto a el fue como asistir a una clase magistral, si a eso le sumamos el caracter bohemio y el concepto romantico que tiene de esto, pueden hacerse una idea de lo enriquecedora que fue la experiencia.






GERARDO  ORTEGA  POR  DANIEL  LOZANO



Mi compadre Alberto, salio a tentar junto al matador Pepe Moral, las dos primeras utreras salieron muy bravas, con las lógicas complicaciones que esto conlleva, aún así, Alberto estuvo muy bien con la primera.

Tras las dos vacas se hizo un pequeño descanso debido al calor sofocante que hacía, este fue uno de los momentos mas intensos, mientras me encontraba en el palco charlando con el ganadero y con Javier subio el maestro Manolo Cortés, en un momento de la conversación me dí cuenta de que tras un rato, nos habíamos quedado solos hablando el maestro y yo. Comenzó a preguntarme sobre mí , después comenzo a hablarme del toreo, de su forma de verlo, de sus experiencias, del momento actual, de lo difícil que estaba, de como habían cambiado las cosas desde su época. . . No me lo podía creer. Quien me iba a decir a mí, cuando ví en Madrid un lejano 15 de agosto al maestro bordando el toreo , o cuando me ponía yo que sé las veces una faena de Sevilla televisada a un toro de Mª Luisa Perez de Vargas bajo la lluvia y con un vestido celeste y oro que algún día iba a estar hablando con el de tú a tú. El maestro me estaba dando mi sitio, por un momento me hizo sentirme como si me conociera de toda la vida, aún me asombro de la naturalidad con la que me habló, tal es así que no se me borra ni una de sus palabras . El momento fue de esos que paran los relojes, o al menos eso es lo que uno quiere.

Como confidencia dire, que de niño tenia mi habitación cuajada de carteles de toros, y en especial uno grande que estaba en la cabecera de mi cama, era un cuadro del maestro Escarcena, la pintura era un desplante del maestro Curro Romero, el año 1985 y anunciaba dos corridas, la primera era de Benavides para Jose Fuentes, Manolo Cortes y Pepe Luis Vargas, junto a los nombres, aparecían las fotos de los matadores. El destino, quiso que 26 años después, estuviese charlando con uno de mis idolos que durante tanto tiempo velo mis sueños. Nadie sabe los pensamientos, las ilusiones y los lances que tuve en aquella habitación con aquellos carteles de testigos, y allí estaba yo, cara a cara con aquel monstruo del toreo, hablandole y escuchando sus reflexiones, tal es la grandeza del maestro , el trato y el sitio que me dió que desde ese día si acaso fuera posible, aún le admiro mas de lo que antes lo hacía.



MANOLO  CORTÉS   POR   DANIEL  LOZANO


Continuó el tentadero que aún deparaba mas sorpresas, la ultima becerra, una utrera fuerte, seria de pelo burraco salió muy encastada, Moral se rompió con ella, recuerdo las palabras del ganadero. . . Aprobechala que embiste igual que un toro, y así era la embestida de esta vaca, una arrancada agresiva que daba importnacia a todo lo que se le hacía. Justo despues, cogío Alberto la muleta y sencillamente bordó el toreo con la mano izquierda, tal fue el lío que le formó que hasta el ganadero brincaba y jaleaba los muletazos, pude ver a la salida de una tanda su cara de satisfacción, nos miramos, no había nada que decir, sabía perfectamente lo que ese torero estaba sintiendo en ese momento, tantos años después, coger una muleta, estar como estuvo y ver al maestro pegandole oles. . . No se puede pedir mas.
Ahora sí que no había hueco para las dudas, estas son las cosas que hinchan los pulmones de moral, las que dan la seguridad que los años de inactividad te quitan, ahora si sabíamos que en el festival la iba a liar.


 
ALBERTO  BALLESTER   POR   DANIEL  LOZANO
( ACUARELA )


Tras el tentadero y casi anocheciendo, Gerardo Ortega nos enseño las corridas de toros que tenía para ese año, unos bellísimos ejemplares, bajos, cortos de manos, muy serios por delante,también pudimos contemplar la maravillosa finca en la que pastan los toros de este hierro,y una vez realizada la campera visita, fuimos a cenar a un restaurante del pueblo, donde nos dieron las tantas en enzarzados en otra apasionante tertulia taurina.

Esto fue lo sucedido el 14 de abril, y como dijo Vicente Zabala, en una crónica que escribió al maestro Manolo Cortes tras un faenón en Valencia a un toro de Miura allá por el año 78. . . Temblaron de emoción los gitanos de Benlliure, y en un fragmento de la misma, dice. . .

"Usted ha hecho llorar hasta los gitanos de bronce del mausoleo de Joselito en el cementerio de San Fernando , esos gitanos que esculpió el valenciano Mariano Benlliure y que llavan a hombros a paso lento, camino de la eternidad , al mas grande torero de todos los tiempos".


2 comentarios:

Javier dijo...

Daniel, Manolo es un hombre grande por sencillo, por darnos el cariño y el sitio del que hablas a todos los que nos acercamos a él. Como torero fue figura de verdad en tiempos de hombres grandes y toreros inmensos. La tarde de la que hablas disfrutamos de Manolo Cortés y ese pedazo de ganadero que es Gerardo Ortega en estado puro, ¿Me cedes el post y las acuarelas para mi ambitotoros?.
Un abrazo

DANIEL LOZANO dijo...

Gracias a tí, Javier, por acercarte a este humilde rincón, un millón de gracias también por haber sido uno de los protagonistas de una de las tardes mas de arte y mas toreras que recuerdo en muchos años.
No hace falta que te ceda nada, porque para mí es todo un honor.
Un abrazo.