Es tiempo de reflexión, de mentalización y de preparación, tiempo de pensar y de soñar con futuras embestidas. Los mas privilegiados, cruzan el charco y viajan a America para hacer campaña, otros, los que mas, se quedan en casa.
En este epoca, los salones de los cortijos comienzan a oler a humo de chimenea, el campo a tierra mojada y las plazas de tientas de las fincas abren sus puertas.
Tiempo de faenas camperas, tiempo de tentaderos, ese tiempo de intimidad que brinda la soledad de este tipo de faenas, tan toreras y tan poco conocidas por eso que se llama gran publico.
En esta ocasión, quiero plasmar la suerte de acoso y derribo, dos garrochistas en collera tras una vaca , el garrochista, encargado de la "Echada" y el amparador, que es quien la traera templada en carrera para hasta que su compañero entra y la derriba.
Hay una famosa frase entre garrochistas que resume todo esto, y dice así . . .
"Dámela bien amparada, que yo te la dare bien derribada."
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ACUARELA DE DANIEL LOZANO |
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